miércoles, 22 de abril de 2009

Leon de Ceniza




Vive en las faldas de un volcán

ORIGEN:
Un bestiario es una coleccion de animales tanto fantasticos como reales.

El termino bestiario de origino en griega en el siglo XII.

FUNCION:

La función de un bestiario es simbolizar al ser humano, recurren a animales imaginarios o reales para representar
virtudes o males del hombre.

Una representacion es el pelícano, del que se creía que se abría el pecho para alumbrar a sus crías con su propia sangre, era una representación viva de Jesucristo. Utilizada en la Edad Media por los romanos cristianos.







CUENTO -"LEON DE CENIZA"

Bonito cuando un recuerdo tuyo se mantiene vivaz y presente en tu mente como si hubiese sucedido el día anterior. Por supuesto hasta que llega la sociedad y te lo arrebata y lo transforma de mil maneras. En estos tiempos ya no se puede mantener un hecho vivo, no se puede mantener al margen tal cual sucedió. Siempre he dicho que si quieres que una experiencia tuya se mantenga viva, hay que guárdasela para uno mismo y que no importe tu deseo de contarlo, no faltara aquel ignorante que le invente basura y media y lo desintegre.

El coraje y rabia sigue en mí, simplemente de acordarme de esas palabras usurpadoras de aquella ignorante señora del café. -¿Sabían que en el volcán Tarragona habita un león de cenizas según cuenta la leyenda?, apenas poniéndole un bozal para que no abriese la boca y suelte una sarta de mentiras. Más coraje aun al ver la cara de interés y curiosidad del par de mujeres sentadas a su lado. ¡Maldigo a aquel que haya levantado falsos sobre lo que realmente sucedió, y también aquellos que siguen fomentando esta falsa historia!
León mi amigo no merecía esto, esta historia o leyenda del León de Ceniza lo único que hace es faltarle el respeto, porque va borrando rastro alguno de su existencia, al igual que su memoria en la gente del pueblo de Tarragona, incluyéndome a mi mismo.

Si bien dicho lo de aquel poeta, el cual tengo por sabio-“Sin mentiras la humanidad moriría de desesperación y aburrimiento”, ¡Rendirte culto por esa frase todos deberíamos Jacques Anatole!- pensé.

Si supieran que ese año que estuve en el pueblo de Tarragona fue uno inolvidable, donde tuve experiencias que jamás había vivido. Menos mal que a pesar de que la gente cuente, invente y luego reinvente lo recuerdo en forma de detalle.

Érase un pueblo al pie de un volcán. Este pueblo era muy singular ya que era muy pequeño y no habría nada que lo sobresaltase. Claro que a mi juzgar todo aquel que viviese ahí tendría que ser suicida o realmente tener ceguera. Un pueblo con gente inculta yo diría de primera impresión, ya que este solitario pueblo estaba situado a cinco kilómetros de la falda del volcán Tarragona el cuál se encontraba activo. Nunca en mi sano juicio imagine terminar en un pueblo como este.

Hacía tres meses cuando aun seguía en la cuidad, cuando decidí largarme y alejarme de una sociedad desconsiderada e hipócrita. Tras una serie de imprevistos al tercer mes ya no tenía ni un centavo y estaba buscando un lugar en donde hospedarme y alimentarme; así termine en el pueblo de Tarragona del cual no tengo arrepentimiento alguno.

Para mi sorpresa la gente del diminuto pueblo de Tarragona -nombre en honor al volcán- sabían perfectamente que el volcán se encontraba activo. Locos han de estar para vivir tan tranquilamente y sin molestia alguna tan cerca de un volcán -pensé. Decían que el volcán era algo especial para ellos; les daba una vista maravillosa y los distanciaba ya que evitaba que la civilización llegara hasta esa zona. Era bastante coherente lo que decían, y comprendí que si quería tranquilidad y estar alejado de la cuidad, el pueblo de Tarragona era el indicado para poder desahogarme de todos los tormentos que me había generado la sociedad. La gente en el pueblo era muy generosa, yo no estaba acostumbrado a tal hospitalidad y generosidad a pesar de que no trajera ni un centavo. Esta si es gente con valores y sentimientos no como aquellos traidores, estafadores, inconsiderados, victimas de la codicia y avaricia pensé.

Fue en ese momento como si fuera cuestión de destino que me halle con ese viejo sencillo, de apariencia muy deteriorada, ochenta y tantos deduje, que me veía con una mirada profunda como si me estuviese viendo el alma y juzgándola. Me acerque poco a poco hacia el, hasta que me le quede viendo fijamente. Sus ojos negros y rasgados desbordaban experiencia y conocimiento. No pude contener su penetrante mirada y baje la cabeza, como si hubiera sido intimidado, hacia años que no bajaba la mirada ante alguien, sin embargo temor no era sino que era la necesidad de darle el respeto debido, que con su mirada espera que le des. Era de notarse que me estaba estudiando para ver si tenía autorización de permanecer unos cuantos días en el pueblo. Pensé quien es este ser que me mira con tanta sospecha, pero sin embargo me percate que el viejo era muy influyente en todas las personas del pueblo, ya que lo esperaban en silencio hasta que tomara una decisión. Finalmente el viejo asintió, convencido sonrió y dijo- Bienvenido me llamo Leonidas, pero dime León- y estreche la mano del viejo. La gente del pueblo sonrió y me fueron a dar la bienvenida.

Desde aquel día me empecé a llevar muy bien con León, me identificaba con el. El fue uno de los primeros en establecer el pueblo junto con otras treinta personas, luego comprendí que esas treinta personas incluyéndole a el, eran personas que eran desterradas de la sociedad o hartas –incluyéndome a mí- de la sociedad elitista y cruel. El mismo era quien había escogido establecer el pueblo cerca del volcán, para que civilización alguna no los molestase. León, aquel viejo que admiraba mucho, ya que hizo un pueblo con gente buena y pura sin maldad alguna; siempre me daba consejos sobre la vida, como saber disfrutarla. Aquel viejo me dijo que ha vivido como nunca creyó que hubiera podido vivir, sin preocupación alguna ni molestia alguna en su pueblo. Tratar de corregir y llevar a la sociedad por buen camino es imposible, decía frecuentemente por eso yo decidí empezar desde el inicio con este pueblo.

Al poco tiempo me di cuenta que estaba muriendo de alguna enfermedad o quizás ya de viejo, era difícil de saberlo; pero el no mostraba ni la mas remota preocupación puesto que ya había tenido la vida que el había querido. Durante varios meses estuve en el pueblo, aprendiendo muchas cosas de mi viejo amigo; al viejo le gustaba salir a caminar en las faldas del volcán y llegar a cierto punto, recostarse y disfrutar de la vista.

Su lecho de muerte podrá sonar algo cruel, pero para el fue por fin un eterno descanso. Estábamos en el volcán platicando y criticando a la humanidad como solíamos. León me decía frecuentemente que ni se me ocurriese en regresar a la cuidad porque me volvería a hallar en medio de pestes y mentiras, que no encontraría nada más que decepción por doquier. Después nos quedamos profundos en una siesta. A la media hora me desperté por numerosos crujidos que hacía el volcán, me tomo medio minuto en darme cuenta que estaba a punto de hacer erupción y nos encontrábamos en una parte muy alta. Desperté al viejo y le dije que el volcán iba a comenzar a ser erupción, el viejo no parecía asustado ni siquiera exaltado del todo. Se me quedo viendo fijamente y me dio una sonrisa serena. No es hora de hacer tonterías le grite cuando de repente escuche un crujido aun mas fuerte. Fue en ese momento que comprendí todo, había llegado su hora, el ya había decidido su lecho de muerte o como el lo llamaría su eterno descanso. No había temor alguno en su cara, me fui alejando poco a poco de el estupefacto. No se porque le concedí su deseo de morir, pero el sabia que era su destino y que aunque yo intentase cargarlo no habría el tiempo necesario para escapar. Solo recuerdo que oí una gran erupción y al volver la vista atrás vi una ola humeante roja caer sobre mi amigo León y simplemente transformarlo en cenizas.
Después de todo el pueblo y yo le rendimos homenaje, y juramos siempre conservarlo en nuestras memorias.

Inútil me siento ahora, y como dijo Leonidas- decepcionado de la sociedad iba estar si es que regresaba, como en este preciso momento que sigo ardiendo de rabia, ante la imagen de aquella señora en el café.


CUADRO









REFLEXION DE BESTIARIO DE FRANZ KAFKA

Bestiario es prácticamente un libro basado totalmente en la crítica. Cada uno de los 11 relatos que se encuentran contenidos, critican a una sección de la sociedad o incluso a algún individuo en particular. La critica puede ser directamente o indirecta, de tal forma que hay que deducirla. El propósito de Kafka con Bestiario es simplemente un desahogo de el ante las cosas que la sociedad le a causado como rechazo, soledad, su profesión. Son cosas en las que ha sido parte y que no le agradan en lo más mínimo. Por eso utilizando un bestiario como ya vimos anteriormente que su función es simbolizar al ser humano, recurren a animales imaginarios o reales para representar virtudes o males del hombre.
En sus relatos lo que critica son aquellos males o virtudes. Las cosas que critica no son todas las cosas que en general criticaría alguien de una sociedad; sino que son las cosas que ha vivido por experiencia propia, por eso es que los relatos son con final abierto, ya que primeramente este libro no lo hizo pensando en los lectores, puesto que lo envió a quemar, pero su petición no fue concedida.
Algunas criticas son hacia su propia profesión, las relaciones intrafamiliares, sociedades repletas de holgazanes, a los inmigrantes, la velocidad de la vida y en general la sociedad.
En mi opinión este es un buen libro a pesar que hay que deducir el final de los relatos y en su mayoría también a quien critica. Con este libro podemos comprender los problemas que Kafka tuvo como con su familia y la sociedad, lo cual nos da un sentido total del porque escribió Bestiario.